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Silencios sin retornos.

Siempre era la noche la que terminaba desnudando tus ganas miedosas ante la dosis adecuada.

Tus tacones terminaban tambaleándose al filo de la cama que nunca anido tu pecho. Tu mirada escapaba fugitiva de la mía: mientras mi mano suspiraba la humedad bajo la falda tuya que caía.

Esperabas siempre el ultimo momento para desvanecer tu mano entre mi pierna hirviendo.

Sudabas con cada caricia, con cada beso que atrapabas con tu cuello expuesto maliciosamente para darme veneno.

Tu resistencia, era un no desesperado que imploraba con una ternura absurda un si tan callado

Perdías el tiempo calentando el asiento mientras excitabas con destiempo mi cuerpo con tus dedos y envolvías tu sexo en la dependencia del deseo para después ponerlo como célibe encerrado en el humo denso de los cigarrillos que encendías periódicamente.

Había meses en los cuales te escondías para reaparecer un día como la virginidad perdida en el tiempo.

Pasa rapido el tiempo, tan rapido que hay veces que pienso que no volveras, por que ya no llamas , ni tocas el timbre, ni te acuerdas de mi cuerpo.

¿Como olvidarte? después de cada noche (después de cada intento fallido) que nos encontraba el sexo negociando un futuro incierto, nunca hubo planes, ni sueños comunes, ni almohadas compartidas,

Era solamente la ultima negociación del día, era como poner en remate los clímax y los orgasmos virtuales

Que importaba si eran las escaleras, la puerta de tu casa, el sillón de la sala o los vidrios empañados del auto los testigos de este trafico concupiscente de almas

Las despedidas eran simples silencios sin retorno, sin buenas noches o nos vemos pronto

Era la madrugada la ruleta que comenzaba a girar hasta que tus ganas decidieran un día parar en un martes negro o en un viernes rojo y volver a apostar el resto de la existencia a un simple arrebato ajado de cuerpos

Así era siempre sin aviso, ni regreso


Todo era un efímero sueño que se desvanecía al transcurrir de los besos y el tiempo, y salías presurosa como evadiendo el sentimiento, arreglabas tu cabello subías a tu auto que te alejaba de mi sin haber fijado el precio.

Imagen J.A. Araiza
Fragmento disponible del audio (demo) escuchalo en la bocina

1 comentario:

Patricia dijo...

Navegando me encontre con tu blog y no me arrepiento porque me gusto mucho el poema, una pasion escondida de una relacion distante...me gusto mucho,
un saludo!